Cómo cuidar tu bolso de Crochet hecho a mano - Papallona

Cómo cuidar tu bolso crochet hecho a mano

Los bolsos de crochet hechos a mano no solo son preciosos, sino también delicados. Cada punto está tejido con amor (¡y paciencia!), así que merece un poquito de mimo para que te acompañe durante mucho tiempo. Hoy te enseño cómo cuidar tu bolso crochet hecho a mano.

Si ya tienes uno —o estás pensando en hacerte con el tuyo— aquí te dejo unos consejos sencillos para cuidarlo como se merece.

1. ¿Cómo lavar tu bolso de crochet? Siempre lávalo a mano

Aunque algunos materiales pueden parecer resistentes, lo ideal es lavar tu bolso de crochet a mano. ¿Por qué? Porque el lavado a máquina puede deformarlo o aflojar el tejido.

Cómo hacerlo:

  • Llena un barreñito con agua fría o tibia.

  • Añade un poco de jabón suave (tipo para ropa delicada o incluso champú para bebés).

  • Déjalo en remojo unos minutos, frota suavemente con las manos.

  • Aclara con agua fría y nunca lo retuerzas.


2. Sécalo al aire libre sin sol

Después de lavarlo, lo mejor es dejarlo secando en horizontal sobre una toalla. Así evitas que el bolso se deforme o que el tejido se estire por su propio peso.

Evita colgarlo o ponerlo al sol directo, ya que los colores pueden desteñirse, sobre todo si es de trapillo reciclado.


3. Guárdalo con cuidado

Cuando no lo uses, guárdalo en un lugar seco y sin aplastar. Puedes rellenarlo con papel de seda o una toalla pequeña para que mantenga su forma.

Si tiene asas de otro material (como cuero o madera), intenta que no estén presionadas contra el tejido, para evitar marcas.


4.  Cuidado con el uso diario

Aunque son resistentes, los bolsos de crochet no están pensados para cargar mucho peso. Úsalos para lo justo: llaves, cartera, móvil, pañuelos… pero mejor no llenarlos de libros o botellas.

Y si lo llevas a la playa o al campo, sacúdelos bien al volver para quitar arena, polvo o piedritas que puedan quedar entre los puntos.


5. ¿Un Punto suelto? No entres en pánico

Si ves que algún hilo se ha salido o hay un punto suelto, no tires de él. Lo mejor es meterlo hacia dentro con una aguja de crochet o coserlo suavemente con hilo del mismo color.

Y si no te atreves, ¡pregunta a quien te lo hizo! Muchas veces, los pequeños arreglos son fáciles si se hacen a tiempo.

Tu bolso de crochet hecho a mano es más que un accesorio: es una pieza única, creada con mimo y personalidad.

Pero no olvides que, como todo lo hecho a mano, necesita unos cuidados especiales. Trata tu bolso con el mismo amor con el que se hizo.

Regresar al blog